Con el uso del Plasma rico en plaquetas (PRP) se han
obtenido resultados más favorables en la Osteoartritis
de rodilla (OA) que con el ácido
hialurónico (AH) y otras inyecciones intraarticulares. Por tratarse de un producto
autólogo, no conlleva efectos adversos secundarios destacados. Actúa sobre la inflamación, angiogénesis
y la migración celular, así como, en el metabolismo en las condiciones
patológicas propias de la OA. Inmediatamente
a la inyección se produce la liberación de los factores de crecimiento del PRP
y pueden durar más de un año.
En una revisión sistemática recién publicada, se incluyeron 6 estudios con 163 casos y un
seguimiento medio de 18 meses. En todos los estudios se apreció mejoría del dolor
según la escala visual-analógica. Se reportaron
sólo 4 (2,5 %) complicaciones atribuidas al tratamiento. Después de un año de
seguimiento, la mayoría de los pacientes (81 %), no habían necesitado la conversión a
artroplastia total de rodilla.
Con los resultados anteriores, y a
la espera de futuras investigaciones, las inyecciones con PPR en la OA mejoran
el dolor, tienen una baja incidencia de complicaciones y tasas relativamente bajas
de conversión a artroplastia total de rodilla.
Indudablemente, las limitaciones
actuales de la literatura en este campo son una realidad. Los estudios disponibles
son heterogéneos, con poca casuística y con tiempo de seguimiento también
limitado. Por todo ello, algunos expertos no recomiendan su empleo
en la artrosis avanzada de rodilla.
Por otro lado, podría ser opción terapéutica muy prometedora en la modificación de la enfermedad y el alivio del dolor en los casos de artrosis temprana de rodilla.
De cualquiera manera, se
requieren nuevos estudios, bien diseñados, que permitan una mejor
caracterización de la eficacia procedimiento. Los aspectos a considerar deberán
incluir, entre otros, la concentración de plaquetas, el volumen y la
frecuencia.
Dr. Arnoldo Gelpi Prat.